viernes, 24 de junio de 2011

Ojo con el lenguaje corporal

Ahora que en Colombia nos preparamos para elecciones regionales y ante la gran cantidad de escándalos por corrupción, prevaricato, tráfico de influencias, y toda clase de actos que atentan contra el patrimonio y de las instituciones de los colombianos sería bueno que todos aprendiéramos a observar con cuidado a los gestos de los diferentes candidatos y analizar su forma de hablar y de actuar, porque los gestos  como es bien sabido por algunos e ignorado por muchos nos ayudan a reconocer a los mentirosos.  Eso sería muy interesante porque si aplicamos las teorías que han comprobado que los gestos no mienten podríamos tener una herramienta muy eficaz a la hora de decidir por quién votar, eso sumado a otras reglas como no dejarnos comprar con obsequios, paseos, sancochos, camisetas, en fin por las miles de artimañas que por época de elecciones se utilizan para comprar conciencias, voy compartir algunos tips del libro de Leonardo Ferrari “Cómo conocer a las personas por lenguaje corporal“ que permiten desenmascarar al mentiroso para que lo pongamos en práctica cada vez que veamos hablar a un político, con estos consejos podremos hacernos una mejor idea de quién es el político que tenemos en frente.
Pero hay una pregunta que muchos se hacen cuando hablamos de leer los gestos ¿es posible fingir en el lenguaje del cuerpo?, la respuesta es “no”, porque la falta de congruencia se manifestaría entre los gestos principales, las microseñales del cuerpo y el lenguaje hablado. Por ejemplo cuando la persona que habla lleva las palmas de las manos hacia adelante el gesto se asocia con la honestidad, pero cuando la persona abre las palmas de las manos hacia afuera y al mismo tiempo sonríe es un gesto que delata una mentira.
Pueden igualmente contraerse las pupilas o levantarse una ceja, o una comisura facial puede temblar ligeramente, y esas señales contradicen el gesto de exhibir las palmas de las manos y la sonrisa <>. El resultado es que el oyente tiende a no creer lo que el farsante le está diciendo.  Esta reacción nos demuestra que la mente tiene su propio mecanismo infalible que registra la desviación cuando recibe un mensaje verbal incoherente, sin embargo hay preparadores que enseñan a los políticos y a personas que van a enfrentar a públicos a mitigar este tipo de señales, es por eso que a veces es muy importante estar concentrado en la persona que está al frente porque en cualquier momento nos puede dar un indicio si nos está mintiendo, porque a una persona le resultaría muy difícil cambiar todas esas señales subconscientes que delatan al mentiroso, porque hasta un experto es capaz de fingir el lenguaje corporal por muy poco tiempo, al cabo del cual este empieza a emitir señales independientes de la acción consciente.
Pautas para descubrir al mentiroso
Existen varias señales del lenguaje corporal para descubrir al mentiroso, sin embargo, existe una regla y es que debemos identificar al menos dos señales para corroborar que el mensaje que recibimos no es verdad.
Los mentirosos al responder alguna pregunta hacen grandes pausas y dan respuestas cortas., tardan más en responder que una persona nerviosa, en cambio para una persona nerviosa recordarse de la verdad toma menos tiempo, sin embargo deberemos verificar nuestras sospechas observando sus ojos:
La gente tiende a mirar hacia arriba y a la derecha para imaginar o crear una nueva respuesta, y abajo y a la derecha para crear el sonido de un nuevo argumento.
La gente tiende a mirar hacia arriba y a la izquierda para recordar información ocurrida en el pasado.
Un mentiroso ocupará más tiempo haciendo gestos con sus manos; puede rascarse el cuerpo o jugar con algún objeto, por ejemplo lápiz.  Cabe advertir que una persona que ha planeado sus respuestas tratará de controlar sus gestos.
Al mentir, un individuo apretará sus labios en señal de que su boca tiene información retenida.  Si este gesto es repetitivo indica ansiedad.  El gesto se vuelve más revelador si chupa sus labios y además traga saliva, ya que cuando alguien se pone nervioso la boca se reseca y se traga saliva, en señal de encontrar las palabras correctas.
En su afán de engañar el mentiroso intentará mantenerse muy rígido, no se moverá demasiado.
El lenguaje corporal de las manos está íntimamente ligado al corazón.  Las manos y los brazos, después de la cara, expresan mejor las emociones del corazón. El mentiroso inconscientemente tratará de ocultar sus manos, y las mantendrá quietas guardándolas por lo general en sus bolcillos, o detrás de la espalda.
Otra señal será cruzar las manos o sus piernas, como serrándose ante quien lo escucha.
Es más fácil que un amigo o familiar nos mienta sin  ponerse nervioso ya que nos conoce y nos tiene confianza.
Tras prueba para descubrir al mentiroso es que este gire su cabeza hacia el interlocutor, pero su cuerpo está dirigido hacia el lado contrario, tenemos que observar si sus palabras son coherentes con sus gestos.
Por lo general  las personas cuando mienten inmediatamente se tocan la nariz o la boca.  Cuando no se creen lo que oyen, se tocan la oreja.
De manera involuntaria cuando algo no nos gusta o mentimos nuestras pupilas se contraen de forma automática.
Por último, debemos observar su manera de sonreír, una sonrisa transforma por completo la expresión del rostro.
Qué bueno compartir este conocimiento con nuestros amigos, porque en Colombia necesitamos defendernos de los corruptos y de tantas personas que le hacen tanto daño a nuestro hermosos país.


























miércoles, 15 de junio de 2011

El ejemplo empieza por casa

El ejemplo empieza por casa, y para dar ejemplo los colombianos somos muy malos, solo es ver la gran cantidad de personas retenidas en operativos de control o comprometidas en accidentes de tránsito bajo los efectos del alcohol, nuestra cultura ha tenido que enfrentarse a viejos conceptos que aprendimos de nuestros mayores.  Cuando éramos pequeños y salíamos a pasear se consideraba que paseo sin alcohol no era paseo, durante el recorrido se coreaba insistentemente “aguardiente pal chofer que hasta ahora va muy bien”, si el paseo estaba conformado por más de un vehículo también se promovía al conductor a que adelantara al que estaba adelante con el corito cúchele, chúcele, chúcele, y así transcurrían los kilómetros de desplazamiento en nuestros paseos, a grandes velocidades y con los conductores borrachos, de milagro estamos vivos.  Fuera de eso durante el paseo el trago continuaba, y al final del día nuestro conductor terminaba en avanzado estado de embriaguez, aún así se le dejaba manejar sin objetar su estado para nuestro feliz regreso.
Con esos precedentes culturales ahora estamos viviendo una situación en la cual las autoridades tratan por todos los medios de concientizarnos a todos de lo peligroso que es la combinación de alcohol con velocidad, pero las multas e inmovilizaciones parecen no inquietar a cientos de personas imprudentes que día a día siguen desafiando a las autoridades arriesgando vidas ajenas y aún la propia, en Colombia ahora se promueven nuevas reformas para llevar a la cárcel a quienes conduzcan en estado de embriaguez, también se pretende quitar la figura de casa por cárcel y que quienes finalmente sean sorprendidos terminen pagando su pena en el lugar adecuado, tal vez si se aprueba esta reforma muchos dejaran por fin de burlarse de las autoridades, pues el sólo hecho de terminar en la cárcel por varios días puede cambiar también otras muchas cosas en la vida, pues podría fácilmente perderse el trabajo, perderse la reputación y buen nombre de la persona entre otras cosas.
Hoy muchos miles de colombianos esperamos que estas nuevas medidas se fortalezcan para sacar de las calles a tantos irresponsables que diariamente ponen en peligro la vida de otros colombianos y que por fin pongan fin a esa vieja tradición que nos ha dejado tantas víctimas.
Pero como el ejemplo empieza por casa también sería bueno que los funcionarios públicos o privados sean castigados drásticamente, proporcional a sus cargos porque es inaudito que alcaldes, militares, diputados, altos directivos de empresas, sigan apareciendo diariamente en los encabezados de los medios de comunicación después de ser sorprendidos conduciendo borrachos y traten de burlar a las autoridades diciendo que apenas se tomaron un coctelito en una reunión de trabajo.   

jueves, 9 de junio de 2011

En Colombia también pasan cosas buenas

Hoy cuando los colombianos estamos sumidos en la desesperanza a raíz del alto grado de corrupción en muchas empresas del sector público y privado, los robos a los recursos destinados para ayudar a los damnificados del invierno, los para-políticos, los narco - políticos, las altas tasas de desempleo y de violencia en nuestras calles, algunas personas vemos como positivo que a partir del 21 de julio se aumentaran las restricciones para la venta y el consumo de cigarrillo, a partir de ese día quedará prohibida la comercialización al menudeo por parte de vendedores ambulantes y tiendas, también se restringe aún más el consumo en espacios cerrados y públicos, esto debido a la entrada en vigencia de dos artículos de la Ley 1335 de 2009, más conocida como la Ley del tabaco.
Ya se podrán ejercer sanciones concretas en contra de los fumadores que habían vuelto al hábito de fumar en espacios públicos o cerrados por falta de sanciones, ahora podrán ser expulsados del lugar y puestos a disposición de la policía, para que esta, a su vez, informe a la Alcaldía y proceder a imponer el castigo.
En Medellín, en espacios abiertos como escenarios deportivos y culturales también estará prohibido fumar, los establecimientos cerrados que permitan fumar, deberán pagar una multa e incluso les podrán hasta cerrar el lugar, dependiendo de la valoración que haga del caso la Alcaldía.
Gracias por esta medida, ahora esperemos que también pongan el ojo en los buses, camiones y automotores que expiden nubarrones de humo negro y perjudicial para la salud, y que no se sabe cómo diablos andan con su certificado de revisión técnico mecánica al día, eso debe ser por puro chanchullo, ojala también les llegué su día.

Jorge A. Marín

En Colombia, el trabajo no dignifica

Tomado de el Colombiano .com
Diego Aristizábal
| Medellín | Publicado el 9 de junio de 2011
Dicen que el trabajo dignifica pero en Colombia, cuando el trabajador es una bestia que teme y no le importa que lo humillen y lo exploten, lo único que hace el trabajo es afincar esa idea de injusticia y de zozobra que ha sembrado muy bien este país mezquino.

Perdonen la abundancia de calificativos apenas empezando, pero es que no es para menos. Aquí los únicos que piensan que la plata no es tan necesaria son aquellos que la tienen. Me explico. Hace poco una mujer muy humilde me contaba bastante angustiada que una vez más en el hotel de apartamentos donde trabaja no le habían pagado, su patrón la había consolado con la frase: "Tenga paciencia, no son buenos tiempos". A la mujer, la única que hay en el hotel, la única que arregla todos los cuartos, que asea el hotel en general y quien también cumple el papel de mensajero, no le cabía eso en la cabeza porque todos los cuartos del hotel, como siempre, estaban llenos; sin embargo ella, como muchos colombianos, jamás renunciará, jamás faltará al trabajo así no tenga plata para los pasajes: "No ve que si lo hago contratan a otra y yo no me puedo quedar sin trabajo, tengo una familia que mantener".

Los empleadores colombianos han abusado del miedo de sus trabajadores, han empobrecido fuertemente a este país. Para ellos la paciencia existe porque siempre tienen la nevera llena. Si muchos de los jefes sufrieran un pedacito de lo que padecen sus empleados sabrían lo que es vivir al límite y serían menos miserables.

A los jefes se les olvidó que un trabajador en una empresa no debe nada. El trabajo es un beneficio para ambos. Gana quien contrata porque alguien le ayudará y gana quien ayuda porque podrá crecer en la organización, el asunto es que aquí los empleadores creen que le hacen un favor a los empleados y permanentemente utilizan frases como: "Si no le gusta se va, muchos desearían este cargo. Antes agradezca que tiene empleo".

Al diablo eso de que hay otros empleados que están peores, que debemos sentirnos muy agradecidos porque detrás hay un montón de desempleados. Al parecer a los jefes les gusta medirse con el nivel más bajo, se les llena la boca y se les va el dinero hablando de "calidad" y de inútiles "procesos" mientras el ánimo de todo un equipo de trabajo padece la desidia y la desmotivación. Muchas empresas en Colombia enseñan con lujo de detalles a ser infelices, muestran qué tan cruel y egoísta puede ser el hombre.

Pocas veces en este país al empleador se le ocurre sorprender a sus empleados con una buena remuneración que recompense los años de crisis en los cuales el trabajador fue incondicional porque tenía un alto sentido de pertenencia. Lastimosamente aquí las "crisis" duran eternamente, se vuelven un lugar común y el empleador olvida que no todo puede ser una palmadita en el hombro y un hipócrita: "Cuento contigo".

Se supone que el desempleo bajará en el 2014. Yo sospecho que bajará, si acaso, lo que aumentó en los años que todavía quedan de informalidad. Mientras tanto todos felices a trabajar porque en este país no hay quien proteja.


"Diego su forma de escribir sobre problemas que enfrentamos los colombianos día a día nos lleva a reflexionar bastante, es verdad en Colombia los empleadores son poco justos y sería muy bueno que ensayaran a vivir tan solo un mes con un salario mínimo, el día que hagan eso comprenderán lo admirable que son muchos colombianos que viven con eso o con menos."

jueves, 2 de junio de 2011

¿Adiós a las motos?

Tomado de el Colombiano.com
Diego Aristizábal Publicado el 2 de junio de 2011

No creo que los motociclistas de Medellín sepan que en Bogotá, a partir de mañana, las motos de dos tiempos empezarán a padecer fuertes restricciones y desde septiembre no podrán circular más en la capital. No creo que lo sepan porque este hecho no fue muy importante en los medios de comunicación. Por lo visto para llamar la atención en este país hay que bloquear vías y perjudicar a la mayor cantidad de personas como lo hicieron hace poco los transportadores y los camioneros.

Pero a los motociclistas no les interesa perjudicar a otros, simplemente quieren que los escuchen, quieren que una medida como la establecida en la Resolución 2394 de 2011 no les viole los derechos al trabajo, la igualdad, la propiedad y la familia. No quiero discutir si realmente las motos de dos tiempos contaminan más que los buses y el Transmilenio, que expulsan enormes nubes de humo negro sin mayor problema frente a los peatones. No discutiré si realmente las industrias ubicadas en Bogotá cumplen con todas las normas ambientales; ni mucho menos pondré en duda los esfuerzos de Ecopetrol por hacer un diesel más "ecológico".

Lo que a mí no me cuadra de esta medida es la forma como se pasó del control a la coerción sin medir realmente las consecuencias. No es un secreto que con el fin de velar por un aire más limpio el Ministerio de Ambiente empezó a exigir el Certificado de Revisión Técnico Mecánica y de Gases. Todos los vehículos, incluidas las motos de dos tiempos, debían obtener este documento que "certificaba" el respeto por el ambiente y el buen estado del vehículo.

De forma extraña la mayoría, incluidos los que procesan mal su combustible y por eso contaminan con su humo negro, lo obtuvieron. La respuesta de los agentes de tránsito: "Si tienen el documento en regla no podemos hacer nada". Cuánta ingenuidad y negligencia, qué incapacidad de indagar si estos locales certificados hacían bien su trabajo o hacían cualquier clase de chanchullos para ganarse ese dinero sin importarles realmente la contaminación.

Ahora las motos de dos tiempos son las primeras sacrificadas por la incapacidad de las autoridades de controlar; ahora supuestamente Bogotá empezará a respirar un aire limpio porque muy pronto 39 mil motos dejarán de circular. Me pregunto si serán igual de radicales con los buses y camiones que contribuyen con sus nubes negras a la mejora del aire. Por último pienso que medidas como éstas serían importantes si las autoridades bogotanas tuvieran el más mínimo respeto por la propiedad. Cuando se expiden este tipo de normas tan coercitivas deben brindarse opciones de compensación.

Es como cuando una obra "X" necesita comprar unos predios para trazar una vía o construir un parque y debe negociar con sus propietarios.

Las autoridades no pueden decir simplemente: "Tienen dos días, un mes, un año para desalojar", es necesario una negociación seria donde realmente todos ganen.

Ya en Bogotá los oportunistas compran motos cuyos precios eran de cuatro o cinco millones de pesos, por una suma que las autoridades deberían examinar para evitar la estafa en la que caen los desesperados motociclistas, quienes, como se están dando las cosas, no tienen otra opción que obedecer.


"Para algunos es una medida a favor del medio ambiente, pero para otros que realmente analizamos el tema como lo hace muy bien Diego Aristizabal en una medida violatoria de los derechos constitucionales del individuo, porque si fuera por descontaminar el medio ambiente tendrían que salir miles de buses, camiones, y carros que andan en pésimas condiciones y que aún así mucho tienen su certificado de gases al día, en el país de los chanchullos falta un control efectivo de las autoridades y un respeto por el derecho del ciudadano común, creo que esa medida es otro desacierto de las autoridades capitalinas, esperemos que en Medellín no se les ocurra hacer algo así."
Jorge Marín