viernes, 29 de julio de 2011

¡Por fin alguien lo hizo!

Acabo de leer en internet que a la entrada de algunos restaurantes europeos les decomisan a los clientes sus teléfonos celulares.

Según la nota, se trata de una corriente de personas que busca recobrar el placer de comer, beber y conversar sin que los ring tones interrumpan, ni los comensales den vueltas como gatos entre las mesas mientras hablan a los gritos.

La noticia me produjo envidia. Personalmente, ya no recuerdo lo que es sostener una conversación de corrido, larga y profunda, bebiendo café o chocolate, sin que mi interlocutor me deje con la palabra en la boca, porque suena su celular.

En ocasiones es peor.

hace poco estaba en una reunión de trabajo que simplemente se disolvió porque tres de las cinco personas que estábamos en la mesa empezaron a atender sus llamadas urgentes por celular.

Era un caos indescriptible de conversaciones al mismo tiempo. Gracias al celular, la conversación se está convirtiendo en un esbozo telegráfico que no llega a ningún lado. *

El teléfono se ha convertido en un verdadero intruso.*

Cada vez es peor.

Antes, la gente solía buscar un rincón para hablar. *

Ahora se ha perdido el pudor. *

Todo el mundo grita por su móvil, desde el lugar mismo en que se encuentra.

Aunque la gente piensa que puede hablar o escribir al tiempo que se conduce, hay que estar en un trancón causado por un adicto al teléfono para darse cuenta de que no es así.*

No niego las virtudes de la comunicación por celular. *

La velocidad, el don de la ubicuidad que produce y por supuesto, la integración que ha propiciado para muchos sectores antes al margen de la telefonía. *

Pero me preocupa que mientras más nos comunicamos en la distancia, menos nos hablamos cuando estamos cerca.*

Me impresiona la dependencia que tenemos del teléfono. Preferimos perder la cédula que el móvil, pues con frecuencia, la sim card funciona más que nuestra propia memoria. *

El celular más que un instrumento, parece una extensión del cuerpo, y casi nadie puede resistir la sensación de abandono y soledad cuando pasan las horas y este no suena. *

Por eso quizá algunos nunca lo apagan.

¡Ni en cine! He visto a más de uno contestar en voz baja para decir: "Estoy

 en cine, ahora te llamo". *

Es algo que por más que intento, no puedo entender. *

También puedo percibir la sensación de desamparo que se produce en muchas personas cuando las azafatas dicen en el avión que está a punto de despegar que es hora de apagar los celulares. *

También he sido testigo de la inquietud que se desata cuando suena uno de los ring tones más populares y todos en acto reflejo nos llevamos la mano al bolsillo o la cartera, buscando el propio aparato.*

Pero de todos, los Blackberry merecen capítulo aparte. *

Enajenados y autistas. *

Así he visto a muchos de mis colegas, absortos en el chat de este nuevo invento. La escena suele repetirse. *

El Blackberry en el escritorio. *

Un pitico que anuncia la llegada de un mensaje, y el personaje que tengo en frente se lanza sobre el teléfono. *

Casi nunca pueden abstenerse de contestar de inmediato. *

Lo veo teclear un rato, masajear la bolita, y sonreír; luego mirarme y decir: "¿En qué íbamos?". Pero ya la conversación se ha ido al traste. *

No conozco a nadie que tenga Blackberry y no sea adicto a el. Alguien me decía que antes, en las mañanas al levantarse, su primer instinto era tomarse un buen café. *

Ahora su primer acto cotidiano es tomar su aparato y responder al instante todos sus mensajes. *

Es la tiranía de lo instantáneo, de lo simultáneo, de lo disperso, de la sobredosis de información y de la conexión con un mundo virtual que terminará acabando con el otrora delicioso placer de conversar con el otro, frente a frente.** **Y MIRAR A LOS OJOS A LA OTRA PERSONA QUE MERECE

RESPETO, SE CONVIRTIERON EN ADICTOS QUE ROMPERIERON EL ESQUEMA DE LA GRATA COMUNICACIÓN.*

Att. Hernán Darío Gómez Tirado

Quise compartir este mensaje que recibí por encontrarlo de gran utilidad para que aquellas personas que reflexionen sobre lo acá escrito cambien de actitud frente a su celular, yo particularmente procuro no gastarle mucho tiempo al mío, lo uso sólo para cosas importantes y cuando llego a la casa o los fines de semana me olvido de el, pues no me gusta que un aparato intruso acabe con lo más preciado que tenemos la tranquilidad en el hogar en compañía de nuestros seres queridos.

Jorge Marín Webmaster

www.paisasin.com

http://paisasin.blogspot.com/



La batalla, por ejemplo, contra los conductores que manejan con una mano, mientras la otra, además de sus ojos y su cerebro se concentran en poner SMS, parece perdida. *





















Paradojas Colombianas

Hoy en Colombia la situación de seguridad en nuestras ciudades es precaria pese a los esfuerzos del Gobierno y sus fuerzas de seguridad, los colombianos vemos que día a día tenemos menos espacios para recorrer tranquilos, en Medellín como en el resto de las principales ciudades colombianas se ha estado incrementando el fenómeno de las fronteras entre los barrios, es ridículo, pero cruzar de un barrio a otro sin la debida autorización de la contraparte le ha costado la vida ya ha varias personas. Hace poco leí sobre un ex campeón de patinaje un joven sobresaliente en su deporte y en sus estudios que fue asesinado en Cali cuando regresaba de una biblioteca, todo por atravesar inocentemente una de estas fronteras invisibles, en Medellín también pasa con frecuencia, la semana pasada llame a un ex compañero de patinaje con el cual solía trotar o montar en bicicleta hace algunos años, sin problema nos desplazábamos sanamente por cualquier parte, pero cuando le sugerí que podíamos vernos en próximos días para trotar me pregunto que si por mi casa era seguro trotar, que si no había fronteras yo le respondí que por el sector en que vivo puedo aún darme el lujo de andar sin restricciones, al día siguiente leí en la prensa local que en el cerro Tutelar de las Tres Cruces, cerro cercano a Belén Rincón y Belén Altavista lugar al cual yo solía subir casi todos los días cuando vivía cerca, ya no se puede subir con libertad, pues hay grupos de delincuentes que se lo han tomado y prohíben el ingreso a las personas que habitualmente solían subir a este bello mirador, mi reacción fue de rechazó, pues yo podía subir en horas de la madrugada, en la noche o a cualquier hora y nunca tuve problemas, sólo unas pocas veces se sabía de atracos esporádicos por cuenta de viciosos del sector.

Hoy entonces me hago una pregunta cómo me imagino que se la han hecho millones de ciudadanos, en donde está el mejor policía del mundo?, será que no tiene tiempo para remediar estas situaciones que amenazan los derechos fundamentales de los colombianos?. El mejor policía del mundo, reconocido entre 14.000 directores policiales del mundo está por segunda vez en Colombia, el General Óscar Naranjo Trujillo es el segundo director de la Policía Nacional de Colombia que recibe ese título después de que en la década de los noventa el General Rosso José Serrano recibió la misma distinción, sin embargo a pesar de su gestión para atrapar delincuentes, vemos que no es suficiente, recuerdo que en navidad debido a las fiestas decembrinas y a las campañas contra la pólvora, yo denuncié en la página de la policía en la sección escríbale al director, comenté sobre un expendio de pólvora y de vicio en un sector de la Estrella, pero transcurrió el tiempo y nunca se hizo nada en contra de esos delincuentes, que además son muy reconocidos en el sector, tampoco obtuve respuesta del señor director ni de ningún representante de la policía nacional, entonces si esta es la mejor policía del mundo, en ciudades en donde no se garantiza el libre desplazamiento no me quiero imaginar a los países en los que este organismo de seguridad no esta tan bien calificado como en nuestro país.

Al paso que vamos en nuestras ciudades no se va a poder vivir en paz, porque la falta de educación e intolerancia de unos pocos, sumada a las precarias medidas en contra de la delincuencia, las bajas condenas y fallas en la justicia, nos irán aislando por sectores. Pero es que los colombianos somos de doble moral, no es sino ver el despliegue que se le ha dado a la noticia del colombiano que está condenado a la pena de muerte en China por ingresar droga, en estos días viajaba una comisión del gobierno colombiano a visitarlo y a mediar por el ante las autoridades del país asiático, que doble moral, porque defender a un delincuente que sabia a lo que se enfrentaba, yo particularmente pienso que el que la debe la paga y que en Colombia deberían de implantar condenas ejemplarizantes para que a los delincuentes no les de risa sino miedo, porque actualmente se les rinde hasta culto, en los periódicos populares los mencionan en las primeras páginas y con titulares amarillistas que describen sus nefastas fechorías.





viernes, 15 de julio de 2011

El problema de la corrupción en Colombia

Ahora que reventó un nuevo escándalo de corrupción en Colombia, esta vez por cuenta de la DIAN (Departamento de Impuestos y Aduanas Nacionales) un desfalco que supera el billón de pesos, miles de colombianos nos hacemos nuevamente la misma pregunta, ¿qué está pasando con nuestra sociedad?, porque no es de ahora es de hace mucho tiempo atrás.

La respuesta que yo daría desde mi punto de vista es que la corrupción en Colombia es un problema cultural y que a mi entender no es un problema de ningún gobierno, es el resultado de una educación deficiente en valores, tanto a nivel de hogares como de instituciones educativas, hemos visto que en todos esos desfalcos a la nación hay involucradas personas de todos los niveles socioeconómicos, por lo que el problema es peor que cualquier otro problema que tenga Colombia, esas personas corruptas le hacen tanto mal a Colombia como las mafias de narcotraficantes o los grupos de narco guerrilla, que tanto mal le han hecho a nuestro hermoso país desde hace varias décadas, desgraciadamente las leyes en Colombia son tan laxas que propician todos estos actos, en Colombia hay urgencia de fortalecer la justicia con mayores castigos y nada de beneficios para quienes infrinjan la Ley, porque al cabo de unos cuatro o cinco terminan sus condenas por rebajas de penes, ya sea por buen comportamiento, estudio, o por delatar a otras personas, que vergüenza, pero las leyes en Colombia favorecen más a los delincuentes que a las propias víctimas.

Además en Colombia tenemos que hacerle seguimiento a los programas de educación de todas y cada una de las instituciones educativas que hay en el país, para que desde estas se enseñen verdaderos valores basados en ética y moral, necesitamos además que en los hogares de Colombia los padres y madres cumplan su verdadero rol y no dejen la responsabilidad de la educación de sus hijos en una pantalla de televisor, o de videojuegos que nada bueno enseñan, tampoco dejar a sus hijos en manos de personas que no le garanticen buenas bases para educar a los hijos, padres y madres buenos en Colombia hay pocos, eso si hay muchos buenos progenitores, que creen que es mucha gracia traer hijos a este mundo para descuidar su educación, especialmente los primeros años de vida, como está demostrado científicamente de los 0 a los 7 años nuestros hijos asimilan el 70% de la información para un buen desarrollo tanto intelectual como de valores, de los 7 a los 12 años se asimila el 20% y de los 12 a los 18 ya sólo el 10%, si miramos es básico cuidar los primeros años de vida de nuestros hijos, y no castrarles su desarrollo intelectual dejándolos ver televisión o jugar videojuegos todo el día.

En Colombia estamos así es por falta de educación y seguimiento a nuestros hijos, y eso no es culpa de Uribe, ni de Santos, ni de Pastrana ni de ningún presidente, es culpa de la indiferencia de cada uno de los colombianos que a diario vemos pasar por el frente de nuestras narices el problema y no denunciamos, y de aquellos que no saben educar en el hogar y en las aulas educativas, no echemos culpas, busquemos soluciones y castigos ejemplares.