En Medellín entran en promedio de 30.000 a 35.000 carros nuevos, y alrededor de unas 50.000 motos, la malla vial en la ciudad ya no da abasto y es normal a cualquier hora del día encontrar trancones que hacen que los conductores se desesperen. Soluciones no se ven a corto ni mediano plazo, porque la movilidad en el valle del aburra esta fuera de control, el metro a pesar de movilizar miles de pasajeros durante el día tiene una limitante y es que sólo hay un carril de ida y uno de vuelta, lo que en poco tiempo saturará el servicio, porque a pesar de que han aumentado la frecuencia entre trenes, en pocos años va a colapsar así como ya están colapsando las principales vías de Medellín y sus municipios cercanos.
Ya el alivio que se sentía en años anteriores con el pico y placa ya no se nota, porque la gran cantidad de carros que año tras año entran ha desbordado la capacidad de nuestras vías.
Recientemente escuche que van a empezar a estudiar la posibilidad de chatarrizar carros particulares con más de 20 años de servicio y aunque parece una medida arbitraría porque hay personas que económicamente no tienen capacidad para ser propietarios de carros anteriores a 20 años, recordemos que Colombia no es un país de ricos, por el contrario más de la mitad de la población es pobre, así nuestro flamante gobierno y Ecopetrol piensen lo contrario, como lo demostró el periodista Juan Gossaín en el artículo anterior “Estamos pagando por la gasolina un precio de ricos, con un salario de pobres” y es que sostener un carro en Colombia con el precio de la gasolina es un asunto de palabras mayores, por eso hay personas a las que les toca envejecer con sus cacharritos y no tienen la posibilidad de cambiar carro cada vez que se antojen como unos pocos.
La chatarrización cometería un atropello contar los derechos de estas personas, pero lastimosamente sería una de las únicas formas de controlar en parte la gran cantidad de carros en nuestra ciudad, además sacaría de circulación muchos carros en pésimo estado, pero yo propondría otra, una que si le tocar el bolsillo a las personas ricas, a las cuales la chatarrización no tocaría, el gobierno debería de gravar con un impuesto bastante mayor a los carros de gama alta y con dicho impuesto ayudar con subsidios a aquellos que tuvieran que entregar su cacharrito. Por otra parte sensibilizar a las personas a compartir sus vehículos con compañeros de trabajo a amistades que estén en la misma ruta. Es increíble ver que la gran mayoría de los carros en Medellín casi siempre están ocupados únicamente por el conductor.
De todas maneras el problema de Medellín siempre va a ser la movilidad hágase lo que se haga, porque es muy poco lo que podemos hacer para ampliar nuestra malla vial, y es que en Medellín la población también crece a ritmo muy acelerado, por lo cual cada día la movilidad será peor, no importa que tanto hagamos.
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