Qué triste es ver como acabamos con la naturaleza poco a poco y a la gran mayoría parece no importarle, en los últimos días vemos como la naturaleza nos pasa cuanta de cobro por todo el mal que le hacemos y es que no es sino mirar la pasada noche del 30 de noviembre en la llamada Alborada cuantas toneladas de pólvora se quemaron en tan sólo el Valle del Aburra, toneladas de contaminación, pues la pólvora no es solo ruido y color, pero eso parece no importar y lo triste es que las autoridades policiales tienen que limitarse a ver la llamada alborada, pues como ellos dicen es una tradición muy difícil de quitar de las personas. Qué pena tanta gente ignorante que no piensan en el mal que hacen con esas ruidosas celebraciones, entonces no entiendo porque luego se quejan cuando la naturaleza descarga su furia cada vez con mayor fuerza no importando a quien perjudique, porque como a nadie parece importarle el cuidado de los recursos naturales.
Estamos acabando con el planeta y parece no impórtale a nadie eso es lo que demuestran nuestros actos, pero que vamos a pedirle a una mayoría de personas que no les importa ni siquiera su propia salud, porque quien quema pólvora pone en riesgo su vida y la de las personas que están cerca, no importan las advertencias de las autoridades, ni las sanciones, entonces porque hacemos tanto escándalo cuando nos muestran las cifras de quemados, cifra que a la final sólo nos debería de importar el número de personas quemadas accidentalmente, y no los quemados por brutalidad de ellos mismos, quienes manipulan pólvora.
Por el momento sigámosle echando la culpa al tal fenómeno de la niña, y hagámonos los bobos, porque el cambio climático es culpa de nosotros mismos y de alboradas y desmanes en contra de la naturaleza.
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